La crisis climática es una amenaza existencial y cada parte del negocio de Patagonia está involucrada. Debemos reducir drásticamente las emisiones de carbono transformando la manera en que fabricamos nuestros productos. También debemos duplicar nuestro trabajo para ayudar a las comunidades a dejar de lado los combustibles fósiles y proteger la naturaleza, la solución climática original. Y debemos exigir nada menos que un cambio sistémico por parte de los gobiernos y las industrias. La batalla se está librando en todos los frentes.
Comprar compensaciones para llegar a ser carbono neutrales no borra la huella que creamos y no nos va a salvar en el largo plazo. Si nuestra meta era reducir las emisiones de nuestras tiendas propias y aquellas que operamos, nuestra oficinas y centros de distribución, estaríamos bien. Pero la mayor parte de nuestras emisiones—el 95 por ciento—viene de nuestra cadena de suministro y la manufactura de materiales. Asumimos la responsabilidad por todas ellas.
Total de Emisiones de CO₂ del Año Fiscal 2020 — 224.565 Toneladas Métricas de CO₂e
“La crisis climática plantea una amenaza existencial; si no limpiamos nuestro desastre, vamos a ser historia. Las empresas tienen un papel que cumplir, pero es solo una parte. Debemos utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para asegurar un futuro más seguro y más justo".
Ryan Gellert, CEO de Patagonia
Nuestra línea de productos representa más del 90 por ciento de nuestras emisiones totales de carbono. Si bien Patagonia lleva mucho tiempo utilizando materiales con menor impacto ambiental, no hemos podido dejar de usar combustibles fósiles por completo. Para 2025 solo utilizaremos los materiales preferidos: algodón orgánico y Orgánico Regenerativo, poliéster y nylon reciclados, entre otros. Ya hemos alcanzado esta meta con el 87 por ciento de nuestra línea y seguimos aumentando. Este esfuerzo reducirá nuestras emisiones en un 15 por ciento (a nosotros también nos gustaría que esta cifra fuera aún más grande, ¡pero cada porcentaje cuenta!). A través de nuestro creciente programa Worn Wear, Patagonia seguirá ofreciendo a nuestros clientes prendas con un 60 por ciento menos de emisiones que las nuevas.
Las métricas de Nuestras Ganancias y Pérdidas Ambientales, o EP&L (por su sigla en inglés), calculan el costo en carbono, agua y desechos de cada producto que vendemos (esto vale para nuestros productos más vendidos también). Usamos el EP&L para guiar nuestra selección de productos, identificar y priorizar mejoras significativas, dejar de fabricar algunos estilos hasta que su impacto disminuya y reducir las cantidades que fabricamos. El EP&L nos hace responsables frente a nuestros clientes y el planeta.
Un cien por ciento de energías limpias para nuestras tiendas y oficinas a lo largo de Norte América es un comienzo, pero la cadena de suministro de Patagonia es global y es el origen de más del 90 por ciento de nuestras emisiones de carbono. La verdad es que nuestros socios dependen de los combustibles fósiles y no podemos simplemente exigirles cambios. Tenemos que invertir en ellos. Estamos financiando auditorías energéticas y de carbono para aquellos partners que están enfocados en mejorar su eficiencia energética, implementando energías renovables tanto dentro como fuera de nuestras instalaciones y reduciendo el uso de carbón y otros combustibles intensos en carbono en la manufactura de nuestros materiales.
Bosques primigenios. Humedales. Turberas. Hábitats marinos. Agricultura regenerativa. La ciencia ha confirmado que la naturaleza puede reducir un tercio del CO2 que necesitamos capturar al 2030 para frenar el catastrófico calentamiento. Por casi 50 años, Patagonia ha protegido los lugares salvajes que tanto amamos. Considerando la ciencia y la urgencia, ahora también nos concentramos—más que nunca antes—en los paisajes ricos en carbono capaces de salvarnos. Por ejemplo, a través de asociaciones con comunidades locales e indígenas, así como de nuestro programa 1% para el Planeta, desde 2008 Patagonia ha apoyado la protección del Bosque Nacional Tongass, en Alaska, y sus 6.8 millones de hectáreas de antiguos abetos, cicutas y cedros, los que contienen cientos de millones de toneladas de of carbono.
Las comunidades saben lo que necesitan para hacer una transición justa desde los combustibles fósiles a las energías renovables. Apoyamos el conocimiento y la activación local de soluciones climáticas, especialmente en comunidades afroamericanas, indígenas y otras comunidades de color, que son las más afectadas, las que más han perdido y las que menos han podido opinar respecto de su realidad climática. Patagonia aumentará el apoyo a grupos como los que protagonizaron nuestras recientes películas DISTRICT 15 (sobre la lucha contra las grandes petroleras y la industria del gas en California) y We the Power (sobre el movimiento por la democracia energética en Europa). Al mismo tiempo, estamos comprometidos con un nuevo sistema energético que otorgue a las comunidades un poder real.
Patagonia lleva mucho tiempo apoyando a las agrupaciones de base que están en la primera línea de la crisis ambiental. En los últimos cinco años, hemos entregado casi 14 millones de dólares a grupos que trabajan para frenar el cambio climático. Seguiremos otorgando donaciones al tiempo que seguimos ampliando nuestra plataforma Patagonia Action Works, que conecta a individuos—como tú—con el activismo comunitario. Estamos presionando a la industria para que adopte estándares más estrictos y exigimos normativas progresistas, así como significativas inversiones, por parte del gobierno. En los años de elecciones nosotros votamos y luchamos en contra de las limitaciones a la participación electoral, para así ayudar a elegir líderes que luchen por la salud de las comunidades y por un planeta habitable.
