La obsesión es algo curioso.
Tommy Caldwell reflexiona sobre la Dawn Wall
En 2012 hice un intento a la Dawn Wall que fracasó estrepitosamente, y escribí esto al poco tiempo.
“Esta obsesión es algo curioso. A veces me pregunto sobre el beneficio de dedicar tanto de mí mismo a un objetivo de escalada en particular. La mayor parte del tiempo quedo apaleado, desesperado, sin poder quitármelo de la cabeza. Pero entonces, aparecen esos momentos que me traen de vuelta a la vida. Cuando la emoción se desborda por mi pecho de una forma que no sucede en la vida cotidiana. Hoy las puntas de mis dedos estaban rotas y ensangrentadas. No tuve ningún progreso a pesar de las magníficas condiciones del día. Ahora estoy en el piso y a penas puedo contener mis ansias de volver a la pared”.
A veces, si el amor por la aventura es más grande que el temor al fracaso, se puede encontrar un tipo de perseverancia. Tenía que dejar ir el objetivo y poner la fraternidad por sobre lo personal si que quería tener éxito. En enero de 2015, tras siete años de fracaso, Kevin Jorgeson y yo finalmente salimos por sobre la Dawn Wall. Dudo que vaya a encontrar otra ruta que me motive tanto como esta. Pero, de nuevo, nunca se sabe.