Acorralada por la ropa que no quiero

Con el resto del mundo pareciendo precipitarse al caos, organizar mi clóset de pronto pareció ser una tranquila actividad de sábado por la tarde. Había algo gratificante en revisar toda la ropa de mi vida y admitir cuánta de ella no había usado jamás. Pero cuando llegó el momento de efectivamente desprenderme de esa ropa, ahí fue cuando tuve un problema. No solo se trataba de esa recurrente dificultad emocional para decirle adiós a la ropa, también estaba el desafío de encontrar una forma ética de deshacerme de la ropa usada. La publicidad nos alienta a actualizar constantemente nuestro look probando nuevas tendencias y conjuntos, pero son toneladas de ropa las que terminan en la basura cada año. Dibujé esta historieta para documentar el camino que seguí en la búsqueda del mejor destino para mi gran montaña de ropa desechada.

Todas las ilustraciones por Sarah Mirk.

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